jueves, 24 de noviembre de 2011

Reality Interdimensional - Cap. 6

Hola de nuevo, luego de una larga ausencia, aquí estoy con una nueva entrega del Super-Crossover.

Recordatorio del Proyecto: 

Se trata de un ultra-mega-super-hiper-fic-crossover... muy bizarro. Y ya veremos que hacer con tanto personaje, de momento les dejo, primeramente los links de los anteriores capítulos para que los lean si no lo han hecho. (Se han perdido.. 1/8 de su vida) 



Como dije, lo estamos escribiendo en conjunto con la Senpai, es decir, el proximo capitulo lo publicara en su blog y así seguiremos publicando mas capítulos. Uno por medio. 

Y ahora, despues de esta introducción, excesivamente larga, los dejo leer...


Reality Interdimensional - Cap. 6

Disclaimer: Los personajes presentados a continuación pertenecen a los maestros(as) CLAMP, Atsushi Okubo, Matsuri Hino, Jun Mochizuki, Masashi Kishimoto, Hiroyuki Takei, Yoshihiro Togashi,  Hiromu Arakawa, y este no es un intento de robar su trabajo, sino de utilizarlo... con fines de entretenimiento, y no de lucro... mas que el de ver sus comentarios ^^*  ha... Yo sé que quieren comentar~


Lean y sean felices, comiendo perdices 8D ~

{

Soy un asco de madre.

Eso pensaba mientras daba vueltas de un lado a otro luego de haber golpeado a Erina de una manera poco amable y totalmente bruta. Espera… ¡¡No soy su madre!! Me jalé el cabello volviendo a desesperarme por mis propios pensamientos. Que me partiera un rayo, o que me llevara el karma, en vez de darle su merecido al idiota de Black*Star había terminado golpeando a mi amiga ¡NO a mi hija! ¡Yo no tengo hijos!

Me tomé la frente con cansancio esperando fuera de la habitación que compartían Erina y Kakashi, al menos me había dado cuenta de que el ninja se preocupaba por ella, ya luego le iría con el chisme a ella de que Alphonse había casi corrido a socorrerla como el príncipe amarillo que era, seguro se ponía excesivamente feliz. Aunque para mí esos momentos fueron el horror. Ya veía que alguien me golpeaba por mi torpeza, pero la atención pasó de la agresora a la agredida en poco tiempo y me salvé de las miradas fulminantes. Realmente estaba partiendo muy, muy, muy mal mi estancia en este lugar.

Cuando por fin despertó la dejé en los brazos de su príncipe antes de perder la paciencia y volver a golpearla por enésima vez. Salí con la cara hirviendo, aunque más que nerviosismo era por vergüenza, por las palabras de Eri y su doble significado para mi perversa mente.

Una cosa era imaginar mis acosos a Raven, otra muy distinta era poder lograrlo siquiera. Esta semana sería un karma sin duda, quisiera yo o no tendría que compartir habitación con Gil, no era que me quejara, pero seguro me daría un infarto si ocurría algún incidente como el de hace unas horas. Intenté despejar mi mente mientras volvía a subir las escaleras, seguro ya me acostumbraría a la altura, y cuando encontré el camino hacia mi habitación usé la llave que me habían dado. Dentro no parecía haber movimiento, aunque supe que Gilbert estaba en el cuarto de baño porque se había dejado el sombrero de Ada sobre su cama.

Medite un segundo en lo inútil que veía a la hermana pequeña de Oz, aunque si la viera le preguntaría como hacer algún conjuro extraño o pócima, tal vez hasta vudú. Cuando me digné a dejar de fantasear me dirigí a mi cama y me recosté de lado con la vista fija en la ventana. Me preguntaba que estaba pasando con mi familia en estos momentos ¿Estarían notando mi ausencia? Solo esperaba que no se preocuparan mucho porque nada malo estaba pasándome, aunque de seguro parecía que me lo estaba buscando, con tantas discusiones con esos chicos, al menos nadie me había golpeado, no hasta dejarme inconsciente.

Incluso olvidé el aviso de Yuuko de buscar nuestras armas en los armarios porque de pronto me sentía tan cansada que no era capaz de mantener los ojos abiertos. Como me solía pasar cuando estaba en exceso rendida y ni recordaba cómo me había dormido. Y Morfeo como siempre se llevó mi consciencia a un lugar lejano, para mi mala suerte… lleno de pesadillas.

═══════════════ A la mañana siguiente ═══════════════

Cuando desperté afuera ya estaban cantando los pájaros y el sol parecía comenzar a alumbrar ese lugar, que a propósito, era desconocida para mí nuestra ubicación con exactitud. Sentí la fría brisa calándome los huesos cuando comencé a reaccionar e intenté levantarme para ir al cuarto de baño a lavarme la cara pero una presión en mi muñeca y el inevitable jalón me enviaron de nuevo a la cama. Algo confundida miré mi brazo y vi una especie de tela o cosa rara que me sostenía a la armazón de la cama.

-¡¿¡¿¡¿Q-Que demonios?!?!?!- chillé intentando soltarme. Como siempre, exagerando.
-¡Niña rara! ¡¡No grites!!- una voz varonil me gritó perdiendo la paciencia.
-¡¿Gilbert?! ¡¿Qué demonios es esto?!- volví a alzar la voz tironeando hasta casi hacerme daño en la muñeca -¡¡Q-quítamelo!! ¡¡¡Quítamelo!!!- hice un drama casi al borde de las lágrimas.
-¡¡Ya cállate!!- vi el rostro enojado de Gil mientras apartaba la vista de mí.
-¡¿C-cómo fue que terminé así?!- lo interrogué a gritos mirándome la muñeca enrojecida por mis fallidos intentos de soltarme.

Cuando clavé mi vista en Gilbert pude notar cómo un nervioso sonrojo, que solo él podía tener, se extendía por su rostro hasta que volvió a apartar la vista.

-Y… todavía lo preguntas.- murmuró sacando su cajetilla de cigarros para caminar hacia la ventana pero nada más ver que ahí estaba mi cama y yo sobre ella, algo pareció detenerlo.
-Qué… ¡¿Qué es lo que te pasa?! ¡No tengo sarna!- la molestia que sentía al ver su repentino rechazo a mi sola presencia me estaba sacando de quicio.
-¡No dejaré suelta a una acosadora como tú!-
-¡¿¡¿Acosadora?!?!- casi le grite enojada al escuchar cómo me llamaba.

Pero tuve que guardar silencio cuando mi mente comenzó a mostrarme ciertas escenas borrosas que parecían más fantasías que la realidad pura. Lo mire algo asustada y aparté la vista con las mejillas ardiendo, eso... Solo podía ser producto de mi imaginación.

-Y-yo… no soy acosadora.- recalqué sin mirarlo y ya sin intentar soltarme. Aunque más que para él, parecía una frase para intentar auto-convencerme de que no había sucedido lo que mi mente me decía que había hecho en esa habitación, justamente la noche anterior.

: Flash Back :


La chica estaba sobre un asustado Gilbert que trataba en vano de soltarse del agarre de sus manos y quitársela de encima. De alguna forma había terminado sentada sobre él y no le molestaba. No cuando se inclinó hasta posar sus labios en la parte baja de su cuello, sin hacer mucha presión, comenzando a subir con lentas lamidas hasta llegar a la mejilla del pelinegro que seguía luchando en vano. Palabras salían de su boca pero no podía entender que decían exactamente, ni tampoco alcanzaba a captar las cosas que le decía el joven.


Y en las afueras de la mansión la lluvia comenzó a caer. Mientras ella se acercaba más y más a sus labios con el claro fin de tomarlos como su posesión. Haciendo caso omiso de los gritos y amenazas del hombre que a pesar de la diferencia física se veía imposibilitado de defenderse. O eso creía ella, hasta que sintió el golpe en su nuca y todo volvió a ser negro azabache de nuevo.


: Fin del Flash :


-¿Qué fue… lo que hice?- susurré asustada de mi misma, tenía que ser mi imaginación, ¿Cómo podría yo hacerle eso a Gilbert?

Espera, espera… A quien quería engañar. Que no tuviera experiencia alguna en el plano amoroso y/o sexual no significaba que no tuviera cierta curiosidad por el asunto, más aún cuando tenías a un tipo smexy que solo aparecía en tus sueños de anime.

Oh, gosh… No tenía ya dudas en mente, era seguro que lo había hecho. Ni mirarlo quise entonces, pues la vergüenza y el cargo de conciencia me consumían rápidamente. Mala forma de comenzar la semana… Seguro ahora se la pasaría traumado por mi sola presencia y perderíamos en lo que tuviéramos que hacer en conjunto.

¿En qué momento se me había ocurrido subirme sobre él a probar su dichoso cuello? Ahh… Mi mente no tardó en comenzar a vagar de nuevo recordando el varonil aroma de la cálida piel y luego cuando intenté rememorar el sabor de sus labios no lo logré. ¿Lo había besado o no? No era que me interesara la información pervertida, pero… Podía vender ese tipo de datos más tarde. Me golpeé mentalmente cuando noté que comenzaba a pensar como Kyouya.

-¿P-puedes soltarme? No te haré nada más…- que mentira más grande, seguro si estuviera ebria, aunque nunca lo había estado, me le tiraría encima de nuevo y sus labios serían de lo menos que tendría que preocuparse. Mi cara era una oda al rojo, oh si, además con mi imaginación ya estaba llegando algo lejos de los que muy seguramente pasaría con todo esto. Y es que mi mente siempre vagaba de más, y a un punto que daba miedo…

Gilbert me envió una mirada envenenada y luego de abrir el armario sacó un estuche grande.

–Seguro es tu arma, yo estoy bien con el revólver.-

Ahora si recordaba lo que había dicho Yuko, y algo me gritaba que él ni había mirado el armario para buscar sus propias armas, Gil terco.

-Tal vez te pasaban una pistola a láser, deberías mirar.-
El tic en su ojo me hizo recordar que ya estaba hablando bobadas, más porque en su tiempo pues no existían ni de broma los lásers.
-No me hagas caso, a veces deliro.-
-Niña rara…- lanzó el estuche sobre mi cama golpeándome en la rodilla.
-¡Heeey! ¡Idiota!- le gruñí sin detenerme a pensarlo.

Su mirada me asesinó un instante, pero guardó silencio y yo con la mano libre me dedique a abrir el estuche y con la baba cayendo por la comisura de mis labios vi las dos perfectas fundas con sus empuñaduras selladas.

–Oh… Lord…- casi no podía hablar de la emoción, la funda de las dos era de un morado oscuro y la empuñadura negra con detalles rojos. Tome el más pequeño, recordaba que se llamaba algo de Wakiwaki-no-sé-qué y tenía la figura de un tigre que parecía grabado en sangre, por el tono carmín. –¡¡¡Ohwww!!!- la tome con la mano apresada aun y tomé la Katana, obviamente más grande y con un dragón grabado en el mismo tono. –¡Goshhh!- Iba a morir de la emoción allí mismo. Me abracé a las armas casi restregándome con ellas. –¡Amo a esa Bruja!- casi chillé excitada(?) y asdfga-seada, justo los colores que me gustaban y aun más, con mis animales preferidos, parecían hechas para mi, si no fuera por un pequeño gran detalle… No tenía ni la menor idea de cómo usarlas.

Cuando caí en la cuenta de ese punto casi me puse a llorar ahí mismo y mientras sollozaba falsamente en modo drama recordé que no estaba sola en la habitación.

La cara de Gil... debí tomarle una foto entonces. Su sorpresa y casi miedo eran tantos que daba risa. Estaba pálido observándome tan feliz por dos armas.

-Je… Eh…- me quedé callada sin tener algo mejor que decir mirándolo aun más avergonzada que antes con las armas aun contra mi pecho.
-Niña homosexual…- señaló suspirando pesadamente y se apoyó en la pared sacando un cigarrillo para comenzar a fumar.
-¡¡N-No soy gay!! ¡Dignamente hetero, esa es la palabra!- le grité de nuevo apuntándole con el enfundado Wakiwaki (le diré correctamente cuando alguien me recuerde el nombre).

Pero nada más el humo subió al techo, la seguridad anti-incendios pareció despertar por primera vez y terminamos bañados con camas incluídas. La risa de Bokona se dejó escuchar de una grabación que decía que no tuviéramos miedo del fuego, estábamos a salvo.

Le tiré el estuche por la cabeza a Gilbert y enojada que estaba ya con esa ducha sin aviso tome el Wakiwaki y lo abrí sin pensarlo mucho cortando la cosa que me apresaba, casi me saqué el brazo en el camino, pero son detalles sin importancia. Lo apunté con la hoja afilada entonces parándome en la cama.

–¡Pobre de ti si vuelves a encender esa porquería!-

Gil que parecía ausente reaccionó apuntándome con el revólver. –¡Eres una niña molesta!- me gritó enfurecido también por todo el conjunto de situaciones, y eso que no llevábamos ni un día allí. Iba a comenzar una pelea donde seguro perdería por falta de experiencias con la espada cuando se escucharon los altavoces llamando al desayuno.

-¡Te daría tu merecido si no me muriera de hambre!- bajé el arma y luego de la cama, intentando no caerme y luego de darle la espalda guardando mis armas lo volví a mirar enfurecida. -¡La ducha es mía!-

Su sonrojo me dijo que estaba enfurecido o avergonzado de nuevo, no pude entenderlo, pero me encerré de todos modos en el baño estilando agua. Me miré un segundo de reojo en el espejo y lo que vi me dejó con tic en el ojo. ¡¿En qué momento me había puesto esa camisola que poco cubría y ahora mojada dejaba casi nada a la imaginación?! –¡¡¡¡GILBEEEEERT!!!!- mi grito recorrió de seguro la mansión, pero no fui capaz de salir al saber que me vería de nuevo así. ¡¡Maldito Gilbert y su lado servicial!! No sabía ni porque lo culpaba, solo razonaba que si yo no me había vestido así, entonces él lo había hecho…

═══════════════ Una hora después ═══════════════

Por razones obvias no había hablado mucho con Gilbert desde ese despertar poco favorable. Pero para resumir, cuando buscaba ropa en el dichoso armario encontré un nuevo revólver para Gil, que lastimosamente no tenía la carga de balas que requería. Como era de esperarse lo rechazó pensando que era inútil pero yo lo guardé en un pequeño bolso que encontré sobre los pantalones que tenía que usar, se veía cómodo, útil y lo podía colgar alrededor de mi cadera sin problemas, sobre la ropa, jeans, como siempre, ninguna cosa fuera de lo común. Y una camiseta con un “RI 1864” Grabado en la parte baja de la espalda. Era de color blanco y las letras rojo oscuro, no era lo que acostumbraba a usar, pero ya no había de otra. A Gil también le dejaron una camiseta y la había mirado con desagrado, pero la camisa estaba arruinada y no le quedaba de otra, la suya en cambio en la parte del número decía “RI 1857” Intenté buscarle un segundo el significado pero no llego a mi mente idea alguna. Además de que si le agregabas una P parecía lo que diría nuestra tumba por culpa de este juego…

Suspiré pesadamente sirviéndome un pastel de carita feliz (A.k.a Tartaleta de frutas) en el comedor gigante buscando con la mirada a Lizzie, pero no la encontré por ningún lado. Seguro estaba en alguna de las mesas, pero la flojera siempre iba por delante de mí y me superaba. Iba a tomar una mordida del pastel cuando desapareció de mi mano y vi como se lo engullía el de cabellos blancos.

–¡¡Break!!- casi lloriqueé de nuevo cuando noté que mi pastel de carita feliz había desaparecido en su boca. Por un segundo pensé en ir a buscarlo, pero me detuve al ver su sonrisa con miles de sentidos.
-Tienes buen gusto, Tsu-chan~- Ah, otro que me hablaba de chan y terminaría frikeada. –Muy bueno jajajaj- la risa de Emily me hizo sudar en frío y la gota gruesa recorrió mi sien maldiciéndolos solo con los ojos y dejando caer mi cabeza en la mesa ya cansada antes de que comenzara la búsqueda de la poción que habían mencionado anoche.

Pero no pude doblarme sin que las armas me comenzaran a molestar, colgadas en una funda de cuero en mi espada, que se sostenía como mochila por ambos hombros, donde calzaban la Katana y el Wakiwaki a la perfección. Al menos no podía negar que el lugar y las cosas que nos daban eran exactas para lo que necesitaríamos, o casi. Porque llevaba en mi mini bolso algunas cosas que no entendía de que iban a valer, pero había puesto allí casi todo lo encontrado. Lo otro se lo había pasado a Gilbert quien de mala gana accedió a llevarlo en su bolso al ver que en el mío no cabría todo.

Luego de una taza de café que tomé cuando Reo me la ofreció, el siempre tan amable y caballeroso oculto bajo sus gafas, entonces los altavoces volvieron a sonar con un chirrido poco agradable en principio señalándonos que nos dirigiéramos a la entrada posterior de la mansión. Tomé unos pocos dulces y los metí a la fuerza al bolso mientras salíamos del comer en manada, y me mantuve unos pasos detrás de Gil notando que más de alguno de los presentes tenían armas nuevas.

Cuando salimos a las afueras de la mansión pude notar que hacia atrás se habría un espeso bosque que seguro simulaba al Bosque Prohibido o mínimo al Bosque de los Ents. Oh si, soy friki. Pero creo que ya lo notaron, ¿No? El punto es que me acerqué más a Gil aunque ni atención me puso mientras regañaba a Oz y le pedía que por todos los cielos, se cuidara (?). El de ojos blancos, que era pareja de Oz, Neji-san estaba mirándolos con cara de aburrido. Y me perturbé un poco cuando su vista vacía se dirigió hacia mí con algo de desagrado. ¿Qué acaso nunca había visto un cabello verde vistoso y desordenado? Suspiré pesadamente, algún día tendría que parecer niña y peinarme. Peeeero, este no era el momento.

La voz de Watanuki resonó en los altavoces mientras maldecía a Doumeki y no pude evitar casi morir de la risa unos segundos, esos dos eran tan pero tan… OTP.

-Ejem, a todos los participantes. Se les ruega que se mantengan desde este momento con sus parejas para que se les entreguen el mapa y las instrucciones de la misión.- un largo suspiro del seguramente obligado presentador y continuó con sus palabras. –Tengan cuidado con los peligros del bosque y recuerden que su misión es regresar con los materiales para preparar la poción y en pareja. Si regresan por si solos se les descalificará automáticamente, así que piénsenlo bien antes de abandonarse a su suerte en medio del bosque…- señaló mientras algunos desconocidos que no había visto en mi vida repartían las cosas a las parejas, a mi me entregaron las instrucciones y a Gilbert el mapa.

-Está permitido robarle a los otros miembros de los equipos, y no se les descontarán puntos, aunque recuerden que no todas las parejas tendrán la misma poción y podrían estar perdiendo el tiempo en esos momentos. Además……… ¡Yuko-san! ¡¡Deje ese sake!!- el barullo desde la sala donde ellos hablaban hizo un estruendo que dañó los oídos de más de uno.

-¡Watanuki quiere sake!- chilló Mokona riendo por el altavoz. –Ara ara~ ¡Mokona Modoki está emocionada! ¡Ya pueden comenzar la búsqueda! Ahhhhh puuuuu~~~~ -el ruido de la serie que me gustaba en vivo y a boca del bicho blanco casi me emocionó un segundo, entonces vi que la mayoría se dirigía corriendo al bosque mientras Gilbert se re-despedía de un sonriente Oz con una cara de preocupación que seguro mantendría todo el camino. Le palmeé la espalda haciéndolo saltar en el acto.

-Cálmate Giruru, Oz estará bien. Neji es buena persona- le dije sonriendo.
-¿…Giruru?- me gruñó apartando la vista con molestia. –Vámonos de una vez, tenemos que regresar para ver si ese tipo de ojos blancos cuidó de Oz.
-¡Si, si, ese es el espíritu!- que mi voz sonara animada, no pudo dejar de lado el tono irónico que me caracterizaba y salí caminando a un lado de Gilbert dejando la mansión a nuestras espaldas.

Aun me preguntaba que había sido de Lizzie cuando traspasamos la primera corrida de árboles y nos adentramos en un bosque muy espeso y con poca visibilidad. A los diez pasos ya me había tropezado tres veces y Gilbert me había ayudado esas tres ocasiones, farfullando algo sobre mi inutilidad. No podía culparlo, incluso llevaba armas que no sabía cómo demonios ocupar.

Si ganara dinero con mis suspiros, seguro sería rica. Pero no era el caso. Y entre más nos adentrábamos en el bosque un ligero presentimiento del peligro que nos cercaba por todos lados se posó en mí. Teníamos que salir de ahí a como diera lugar, pero la salida estaba lejos. –El mapa…- le pedí a Gilbert sacando una pequeña linterna de mi bolso a la que ahora le encontraba utilidad. Me lo pasó de mala gana y luego de observarlo saqué la hoja con instrucciones y la releí rápidamente. –Tenemos que buscar esas hojas venenosas…- le señalé el dibujo que aparecía en el papel con una pequeña reseña inentendible de donde podríamos encontrarlo. Algo sobre el corazón de los árboles y cosas extrañas.

Me apoyé en el tronco de un árbol luego de unos minutos de camino.

-Camina, niña rara- me señaló Gil, aunque de todos modos se quedó esperándome.
-Dime, ¿Crees que lograremos algo caminando así? Ni siquiera trazamos una ruta o algo.- señalé diciendo algo sensato por primera vez en toda la hora.
-Mhm…- sacó una linterna de su bolso aun algo sorprendido de cómo se usaba, pero ya le había quedado claro cuando yo la usé. –Podríamos ir a ese claro. –señaló un punto azul en el mapa. –Llevamos caminando recto así que seguramente vamos en esta línea. –señaló con su dedo mostrándomelo.
-Deberíamos tener una brújula…- señalé y recordé que si la teníamos.
-¿Esto?- pregunto Gilbert sacando algo del bolso. Claro que era eso, y ahora estábamos caminando hacia el noreste. Me acerqué al lado de su brazo para ver mejor el mapa aunque se alejó un espacio, seguro aun temeroso de lo de esta mañana. Lo miré feo y le quité el papel mirando con atención.
-No vayas a perder eso, o no tendremos idea de cómo regresar…- suspiré, la mansión estaba en diagonal hacia donde estábamos y comencé a desconfiar de nuestra caminata recta.
-Vamos al claro, pero seguimos esto…- repuso Gilbert volviendo a quitarme el mapa y guardándolo.

Mirando la brújula y volviendo a caminar. Lo seguí sin reclamar, seguro él sabía mejor que yo como buscar cosas pero no paso mucho tiempo para que se escuchara un grito femenino recorriendo el bosque y de un salto casi me le pegué a la espalda. Nos quedamos quietos y atentos a cualquier movimiento, mientras Gilbert sacaba su revólver y me pasaba la brújula con un seco “Cuídala” entre dientes.

Pasaron unos minutos donde sólo elevaron el vuelo unos pájaros y nos decidimos a seguir caminando. Pero con más cuidado esta vez, mi mente volvió a pensar en Erina esperando que estuviera bien donde sea que anduvieren sus pasos. Al menos era un alivio que estuviera con un ninja tan genial como Kakashi. Y yo me comencé a preguntar si la Chain de Gilbert tendría algún uso en este lugar.

Seguimos caminando casi brazo con brazo, al parecer a ninguno nos preocupaba ya lo de esta mañana, aunque seguro Gil me recordaría siempre como la acosadora pervertida. Suspiré pesadamente de nuevo y cuando se volvieron a escuchar ruidos diferentes a los que veníamos escuchando del bosque mismo todo el camino me detuve jalándolo de la manga. Me acerqué a su oído temerosa de dar un paso más y susurré por lo bajo. -¿N-nos están… siguiendo?-

El asentimiento mudo de Gil me heló la sangre y me giré quedando espalda contra espalda medio ocultos entre los grandes troncos de los árboles, por primera vez desde que habíamos llegado a ese extraño mundo, porque no me creía que sucediera en el mundo humano, como decía, por esta vez…

Comencé a sentir lo que realmente era el miedo...

To be continued...
}



Por si aun no se nota.. Soy Tsu-kun, es un placer -reverencia-
User me pone en situaciones perversas y yo soy buena gente T^T -peliverde lloriqueando (?)-

U: Ya habló mucho, es mejor que se calle no? -le mete una paleta en la boca-
Espero que esta cosa siga pronto, aunque debo decir que me tardé.
Pero ya estoy de regreso y con ganas de escribir~ (Si, palo para Lizzie 8D)

Nos vemos en el capítulo 8, recuerden que el 7 se publicará en el  Blog de ErinaSenpai-sama, o como quieran llamarla =B aunque es solo MI hija (?) jajaja


Otra vez el link (Para que vayan a visitarla).

Ja nee~

Pd: Gracias por leer.. A los que lo leen 8D
Pd2: Saludos *-*

viernes, 25 de febrero de 2011

Reality Interdimensional - Cap. 4

Hola de nuevo, aquí me aparezco, con una nueva entrega del Super-Crossover.

Recordatorio del Proyecto: 

Se trata de un ultra-mega-super-hiper-fic-crossover... muy bizarro. Y ya veremos que hacer con tanto personaje, de momento les dejo, primeramente los links de los anteriores capítulos para que los lean si no lo han hecho. (Se han perdido.. 1/8 de su vida) 



Como dije, lo estamos escribiendo en conjunto con la Senpai, es decir, el proximo capitulo lo publicara en su blog y así seguiremos publicando mas capítulos. Uno por medio. 

Y ahora, despues de esta introducción, excesivamente larga, los dejo leer...



Reality Interdimensional - Cap. 4 

Disclaimer: Los personajes presentados a continuación pertenecen a los maestros(as) CLAMP, Atsushi Okubo, Matsuri Hino, Jun Mochizuki, Masashi Kishimoto, Hiroyuki Takei, Yoshihiro Togashi,  Hiromu Arakawa, y este no es un intento de robar su trabajo, sino de utilizarlo... con fines de entretenimiento, y no de lucro... mas que el de ver sus comentarios ^^*  ha...


Lean y sean felices~

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La vida es cruel.

:Flash Back:

Como si fuera una burla del destino, luego de que vi que Gilbert, el chico más sexoso de Pandora Hearts (Junto a Elliot, Glen, Reo, Jack, Vincent, etc, etc) me miraba con odio. O al menos con molestia ¡Yo no tenía la culpa de que no quedara con su chibi amo! Pero tenía que calmarme o rompería algo.

Ahí fue cuando escuche el grito, que me heló la sangre. –¡¿E-Erina?!-

Por una fracción de un hermoso segundo me imagine golpeando a la Senpai hasta que se pusiera a llorar. Pero esto solo me pasaba por ver mucho Umineko. Suspire pesadamente y cuando vi que me mostraba animada una horrible y bizarra cola de gato que provenía de su cuerpo, me enfade (como siempre) y reaccioné gritándole. ¿Qué acaso no entendía en que lío estábamos metidas? ¡¿Qué no era capaz de ver lo extraño de la maldita situación?! La regañé y golpeé sin fijarme que todos nos veían. Incluso mi nuevo compañero. Que se veía pálido desde que vio los rasgos felinos de mi amiga, oh si… ahora estaba arruinada completamente.

Nos hicieron callar, la vergüenza más grande de mi vida. Casi asesiné con la mirada a Erina cuando se le ocurrio empujar a mi bello Syaoran ¡Solo para sentarse en medio! La ahorcaría cuando nos dejaran a solas, y acabaría con el calvario que significaban sus molestos movimientos (Ella no era capaz de quedarse quieta...) Sufrí en silencio al ver a mis personajes favoritos, allí estaba Reo, no, no el de mi mente. El real. Y luego Elliot, Elly… tan sexoso como siempre. Vincent quedó con Break, me morí de la risa en mi interior. Tendría que tener un plan para saludarlos alguna vez.

Mi imaginación comenzó a divagar. Cuando vi a la pareja de Erina sonreí, ella no podría quejarse, aunque si debo decir que me daba algo de miedo y preocupación… por Kakashi-sensei, No ofense. Pero… Erina puede ser MUY eh… alegre, expresiva, golpeadora, acosadora… -sigue enumerando hasta el infinito-

Luego de poner atención por un tiempo infinito escuché las reglas del lugar. Y me quede de una pieza, mire a Erina asustada, no quería ni imaginar la cara que tenía en dicho momento quien sería mi compañero de habitación toda la semana. Pasar tanto tiempo con Gilbert haría que me diera un ataque al corazón, ademas de que ahogaría el lugar por la posibilidad de tenerlo tan cerca. Me golpeé a mi misma, no podía tener esa… clase de pensamientos. Tenía que comprender que hacíamos aquí, y cuando podría volver a mi casa. Aunque viéndolos a todos ellos, mi decisión comenzaba a flaquear.

: Fin del Flash :

Y ahí estaba ahora, subiendo cabizbaja unas horrorosas escaleras. Que tendría que bajar todos los días, con mi mala suerte mi habitación estaba en el segundo piso de la mansión. Maldecía mi miedo a las alturas. Haber tenido que explicarle todo a Erina solo había logrado que un bochornoso sonrojo se pusiera sobre mis mejillas. Bastarda, haciendo comentarios en el momento menos indicado solo para molestarme. Quería gritar pero además del grito que di en el Salón, algo totalmente en desacuerdo con mi forma de ser, no sabía gritar en estos momentos. Gruñí más maldiciones hasta que choque contra algo. –¡Maldita sea!- mi voz se alzó tratando de recuperar mi nariz golpeada. Cuando alcé la vista me esperaba una muy molesta mirada dorada.

-Fíjate por donde caminas…- me gruñó quien iba subiendo delante de mí.

Que me cayera un rayo encima, ahí estaba quien sería mi compañero toda esta semana. ¡TODA UNA SEMANA! Oh my… me quería morir, es decir, estaba por darme el ataque antes mencionado. Pero trate de contenerme y un breve si salió de mis labios, claro que me molestaba su tono de enojo pero como era la primera vez que le hablaba no fui capaz de maldecirlo en voz alta.

Llegue con la llave de mi habitación al frente de esta, pero el la había abierto antes. Me quede en la puerta mirando el piso como si tuviera algo interesante. Pero no se trataban más de mis nervios por compartir habitación con uno de los personajes que admiraba.

-¡¿Vas a pasar o no?! Sino, al menos cierra la puerta.- casi me gritó el chico, de seguro tanto o mas traumado que yo. Suspire pesadamente y me crucé de brazos.
-Entro, pero porque YO quiero!- mi capacidad de arruinar las cosas iba en aumento.
-Lo que digas- me ignoró vilmente sacándose la chaqueta y tirándola en la cama cerca de la puerta.
-… ¿Esta es mi cama entonces?- pregunte mirando la que estaba a un lado de la ventana.
Me miró unos segundos como si yo fuera una enferma mental y luego asintió.

Suspire en el fondo, o no tan al fondo, quería llorar y gritar. ¿Cómo se podía arruinarlo todo en tan pocos segundos? Me senté exhausta sobre la cama mirando hacia la ventana.

Sentí que entraba al baño de la habitación que compartíamos y vi que había dejado su chaqueta sobre la cama, de seguro el viaje me había dejado con un tec cerrado porque la idea que llevé a cabo ni siquiera la pensé con detenimiento. Me subí a su cama con lentitud y tome la chaqueta para aspirar el aroma. Oh my… era tan real. Como si no estuviera soñando toda esta bizarra historia de ver a los personajes de los animes que me gustaban juntos en un mismo lugar. Mis ojos se cerraron con lentitud, tenía sueño y fui cediendo ante morfeo.

-…Si querías esa cama solo tenías que decirlo.- me hablo una voz. Gruñí entredientes sin querer abrir los ojos hasta que sentí unos golpes en mi frente.
-Q-QUE DEMONIOS?!??- chillé levantandome de golpe y chocando en vivo y en directo con la cabeza de Gilbert Nightray.
-¡Niña bruta!- señaló el con molestia sentandose en la orilla de la cama sobándose la cabeza, mientras yo intentaba calmar los odiosos latidos acelerados de mi pecho.
-Lo siento, p-pero… ¡Me asustaste!- dije aun temblando.
-Así que me tocó con una niña pervertida- señaló irónico señalando la chaqueta a la que estaba aferrada quizás desde cuando… y el lo había visto. Solté otro grito y se la tire en la cabeza.
-¡¡NO soy una pervertida!! S-solo algo... ¡p-perversa!- dije volviendo a mi verdadera cama.

Un minuto de horroroso y tenso silencio entre los dos. Luego el vió la hora y se levantó. –Es hora de ir a Cenar…- comentó sin ponerse la chaqueta y mirando la habitación.
-Ah.. si.. la ropa- comenté mirando el lugar tambien.

Me acerqué al armario y vi que había una vestimenta… Femenina, y otra masculina. ¿Iban a hacer esto todos los días? Me pregunte con curiosidad.
Tome la que me pertenecía, una blusa oscura con unos simples jeans. ¿Que mas podía pedir? Gil se acercó por detrás y sacó tambien su ropa.

La miró con desconfianza unos segundos antes de ir al baño a cambiarse. Me quede sin saber que hacer, me senté en la cama. Al segundo después el salió. Una camiseta negra, parecida a la mía que le llegaba hasta bajo los codos. Y unos jeans claros. Me quede mirándolo como idiota, si esto era sueño, no quería despertar.

-Iré a ver al Bocchan…- me informó. Y salió por la puerta. Suspire cuando me quede sola y tardé en reaccionar, luego me cambie los pantalones donde mismo estaba sin ánimos de ir a mirar al baño siquiera. Y cuando estaba por quitarme la blusa del uniforme de colegio la puerta se abrió.

Me quede estática mirándolo. Su rostro se volvió rojo en el acto y pidió disculpas casi en un grito y cerró la puerta de nuevo. Temblando ligeramente me miré y solté un gemido ahogado. Terminé de sacarme la blusa que había estado vergonzosamente abierta cuando el entró. Y temblando salí de la habitación. Afuera el caminaba de un lado a otro fumando un cigarro.

-L-lo siento, no p-pensé…- volvió a disculparse torpemente.

Y sonrojado de nuevo. El tono rojizo de su cara competía con mi rostro cubierto de un furioso color carmín.

–N-no es nada… ¿No que ibas donde Oz?- le pregunte cambiando de tema para evitar la tensión.
-Cierto…- recordó sosteniendose la cabeza con una mano. –Se me había quedado algo adentro- dijo volviendo a la habitación.
Me quede afuera sin tener idea de que hacer, cuando salió me miró unos segundos y dijo. –Vamos…-
Asentí agradecida cuando la tensión se acabo, aunque sabía que mi rostro estaba aún rojo y que si Erina me veía me iba a molestar todo el maldito año.
Si, la vida era cruel.
Pero por un momento sentí, que era muy divertido vivir este raro sueño.

Llegamos al salón donde cenariamos, busque con la mirada a Erina, pero cuando la vi ocupada con uno de sus personajes favoritos preferí no molestarla, o mejor dicho, alejarme antes de que me viera.
Así que cuando Gilbert se sentó a un lado de Oz y los demás me saludaron invitandome a sentar, sonreí. Luego de ir a buscar comida al buffet me senté a un lado de Reo y Elliot. Con Vincent y Break enviándose miradas de odio desde el otro lado y Sharon bebiendo té al lado de Alice que comía y comía carne al lado de Oz, rubio que se reía de todo lo que veía.
-Nee~ Tsubasa-chan, tienes que cuidar de Gilbert!- me dijo Oz sonriente como siempre, demasiado sonriente.
-B-Bocchan! No necesito que me cuiden!- replicó Gil avergonzado sin mirarme si quiera.
-Mientras no te acerques demasiado…- dijo sonriendo con su cara de bastardo Vincent, como adoraba a ese tipo. Y asentí como idiota aunque su expresión era de notable amenaza.
-Tsubasa-kun, ¿te gustan los libros?- preguntó Reo sonriendo bajo sus gafas ignorando a su amo otra vez, cuando tuviera oportunidad se las quitaría aunque me costara la vida! Ver el color de sus ojos era de máxima prioridad.
-¡Reo! ¡Con un demonio! YO te estoy hablando!- interrumpió Elly perdiendo la poca paciencia que tenía.
-¡Con dos demonios! ¡Cállate! YO tambien quiero hablar con Reo- repliqué cruzándome de brazos.
Y la pelea entre Elliot y yo medio palabras y medio miradas de odio comenzó. Claro, de nuevo arruinando todo con mi falta de tacto y paciencia. Pero Reo parecía divertirse de ver a su amo con alguien que se comportara parecido.
Suspire pesadamente y me disculpe para ir a buscar un postre. Break me pidió uno prometiendome darme una paleta, claramente me alejé de el tan rápido como pude. Que miedo me daba el payaso…
Con un escalofrío me aleje de las mesa del grupo de Pandora Hearts y yo. Salude a los de Tsubasa cuando pase a un lado, oh si… la vida se volvía maravillosa a segundos. Mientras miraba los postres me perdí mirando los sabores, luego de escogerle cualquiera que pareciera en exceso dulce para Break, intente encontrar uno de mi agrado. Luego vi un pastel de chocolate y fresas y no pude resistirme a acercar mi mano. Pero el plato fue tomado al mismo tiempo por otra mano.
-Que demonios…- gruñí mirando al intruso ¡Ese era MI pastel!
-¡El gran Black*Star quiere ese pastel niñita! ¡Entregalo por las buenas o te las verás conmigo!- se burló de mi, aunque claramente yo era mas alta.
Una vena de enojo se alzó en mi sien. Y tome el platillo con más fuerza. Y en un movimiento más rápido que el de un ninja le di un zape de los que yo sabía dar.
-¡¡Buah!! ¡Eres una bruja!- chilló sobándose el golpe.
-Pero el pastel es mío- Dije sacándole la lengua al enano de cabello azul con el plato del dichoso pastel en mi mano.
-El gran Black*Star nunca se rinde!!- chilló haciendome una zancadilla cuando traté de volver a la mesa.

Los platillos volaron en camara lenta y terminaron en el suelo, con el pastel destruido. Me levante con la vista gacha y me giré hacia el enviandole un golpe directo a la cara.

-¡¡¡IDIOTA!!! ARRUINASTE MI CENA!!!!!!-
-BRUJA!!! TU TORPEZA LO HIZO! NO PUEDES CONTRA EL GRAN BLACK*STAR!!- volvió a reírse con sus horrible carcajadas.
Y mi pierna se levantó en un ángulo nunca antes visto y la moví hacia él con fuerza. Pero no contaba, con que el impacto sería algo... diferente de lo que pensaba.


To be continued…
}

Por si aun no se nota.. Soy Tsubasa Ijuiin, mucho gusto -reverencia-

El final me deja con curiosidad, si.. hasta a mi. Ha...

Nos vemos en el capítulo 6, recuerden que el 5 se publicará en el  Blog de ErinaSenpai-sama, o como quieran llamarla =B se cuidan


Otra vez el link (As always).

Ja nee~

Pd: Gracias por leer.. Si es que lo leen.